sábado, mayo 27, 2006

El sueño no termina

Entrevista
Massiel Osuna Rodríguez

Julio Cesar Everardo Cabrera es uno de los deportistas universitarios más importantes del país, su buen básquetbol, su entrega y esa tenacidad al perseguir un sueño, lo han demostrado. En esta entrevista “Patas”, como suelen decirle dentro de la duela, cuenta su experiencia en esta vida deportiva que eligió.Villahermosa, Tabasco fue la ciudad que lo vio nacer hace 24 años. Desde los 14 años Julio Cesar se dedicó al básquetbol jugando en equipos escolares con el apoyo de su familia. Fue a los quince años cuando recibió la noticia de que la preparatoria UPAEP, en la ciudad de Puebla, le ofrecía una beca deportiva para que jugara con el equipo de dicha institución; entonces el joven tuvo que tomar una decisión: quedarse con su familia o seguir el balón. Pero Julio eligió la segunda opción y su familia aceptó. Así, a esa corta edad, Julio Cesar ingresó al equipo de básquetbol de la prepa poblana donde emprendía un camino lleno de retos e ilusiones. Jugó para la preparatoria UPAEP y cuando cumplió 18 años se sumó al equipo universitario e inició su carrera profesional en administración de empresas. “Patas”, terminó su licenciatura y actualmente cursa una maestría en Auditoria, pero no deja la duela, esa duela que tantos éxitos le ha dado.

¿Qué te motivó a dejar Tabasco y probar suerte en la ciudad de Puebla?
En Tabasco no se puede jugar a nivel profesional porque no hay apoyo como aquí en Puebla, como aquí en la universidad, sólo te quedas a nivel estatal o regional. Aquí puedes competir contra los equipos más fuertes que hay en el país y te vas midiendo qué tan bueno puedes ser a un nivel nacional. Después vienen torneos nacionales. La competencia nacional te abre las puertas para que te escojan en la selección estatal o nacional; incluso pueden llamarte para un torneo internacional.Tú participaste en un torneo internacional.

¿Cómo conseguiste formar parte del equipo mexicano?
Fue el verano Pasado en Izmir, Turquía. Es un torneo universitario, sólo pueden jugar chavos que estudien en la universidad. Primero, hubo una preselección nacional de todos los equipos que juegan un torneo aquí en México. Me escogieron para la preselección, y enseguida hay un proceso de pruebas, entrenamientos y, a base de esfuerzo y tomando en cuenta el nivel deportivo, eligen doce jóvenes que forman la selección nacional. Entre esos doce me eligieron.Compites en Turquía con equipos de todo el mundo.

¿Cómo fue la experiencia?
Los equipos eran muy fuertes, en nuestro grupo nos tocaron tres equipos que son potencias mundiales, en cuanto al básquetbol: Grecia, Estonia y Ucrania. No pudimos pasar a la siguiente ronda, le ganamos a Estonia, pero contra Grecia y Ucrania quedamos abajo. La mejor experiencia dentro de este torneo fue competir en un país distinto al nuestro contra personas de diferentes culturas y un gran nivel de juego.Encontraste diferencias entre los equipos mundiales y el mexicano.

¿Cuál fue la más destacable?
Los demás equipos tenían una ideología muy diferente, ellos iban a ganar no a participar. Entrenan mucho desde chicos. Los equipos entrenan a sus jugadores desde ramas infantiles hasta universitarias; cosa que no se da en México.

Estudiaste Administración y estás por terminar una maestría. ¿Qué sigue?
Mi prioridad en este momento es acabar la maestría, sólo me faltan tres materias. Después de eso, voy a probarme en uno o dos equipos profesionales, para dejar de competir en torneos escolares y jugar a otro nivel en donde te pagan por jugar.

¿Cuál fue tu experiencia más importante en el básquetbol?
Fue hace como seis meses, que me tuve que adaptar a entrenar con personas de todo el país, además se sentía una presión muy grande porque todos estábamos luchando por un lugar en la selección. Eso me ayudó a trazar metas y cumplirlas.

¿Qué piensa tu familia de todo esto?
Mis padres siempre me han apoyado. En un principio se sacaron de onda porque me iba a venir solo, y tenía quince años estaba muy chico, pero en el primer semestre que estuve aquí me adapté y ellos se quedaron más tranquilos.

¿Cuándo piensas dejar las canchas y el juego?
Nunca, el deporte es lo que más me gusta. Yo creo que mientras tenga piernas y esté vivo quiero seguir haciendo esto. Desde niño he luchado por conseguir un lugar importante dentro del deporte y después de diez años de dedicarme a esto, no veo mi vida ni mi futuro lejos del básquetbol.Después de haber conseguido más de lo quiso, más de lo que soñó. Mucho más de lo que sus compañeros quisieran lograr alguna vez, Julio Cesar, “Patas”, continúa luchando por un lugar en la selección nacional o por qué no, un lugar dentro de algún equipo internacional.

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